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FUNDACIÓN TESÃI: LOS 40 SON LOS NUEVOS 20

Siempre hay un momento para ponerse a hacer deporte y a los 40 años no es tarde para encontrar beneficios a la actividad física. Se nos acumulan las excusas para no encontrar un rato para hacer una mínima actividad física y según vamos cumpliendo años, la edad es una de las razones habituales a las que recurrimos para evitar dar un paso adelante en ese sentido.

Hay que saber que hoy envejecemos de forma muy diferente a lo que pasaba hace 20 años atrás, ahora vivimos más y somos más autónomos por más tiempo.

Si eres de aquellas personas que han llegado a los 40 sin hacer habitualmente ejercicio físico, no todo está perdido, aún puedes empezar a desperezar los músculos y a sentirte como si tuvieras 20 años.

CONSECUENCIAS EVITABLES
La Organización Mundial de la Salud recomienda que los adultos entre los 18 a 64 años dediquen como mínimo 150 minutos semanales a la práctica de actividad física aeróbica intensa; o bien una combinación equivalente de actividades moderadas y vigorozas, además de realizar actividades de fortalecimiento de los grandes grupos musculares, dos veces o más por semana.

EFECTOS DE LA INACTIVIDAD
Algunas enfermedades crónicas como la hipertensión, la diabetes, la depresión y la ansiedad se cuadriplican en la población inactiva. Los expertos aseguran que entre los 40 y los 60 años se pierden hasta el 20% de la masa muscular.

La práctica de ejercicio y los hábitos de vida saludable permiten retrasar el envejecimiento de los órganos. Esta demostrado que un programa de actividad física protege de la perdida de memoria; aquellos que padecen osteoporosis reducen el riesgo de caídas, e incluso disminuye el desarrollo de síndromes metabólicos, enfermedades cardiacas o diabetes.

LA SEGUNDA JUVENTUD
Por mucho tiempo ser adulto mayor (tercera edad) fue sinónimo de descansar, reposar o mantenerse inactivo. Sin embargo, gracias a los avances medicinales, quienes pertenecen a este grupo etario aún tienen energía y vitalidad de sobra para realizar distintas actividades.

Muchos de los adultos mayores dejaron de criar o trabajar, lo que les permite tener tiempo libre para actividades recreativas y hacer todo lo que no pudieron antes. La segunda juventud, se proyecta como una de las etapas en las que más se puede disfrutar si se lleva con los cuidados pertinentes.

Hoy envejecemos de forma muy diferente a lo que pasaba hace 20 años, ahora vivimos más y somos más autónomos por más tiempo.

Los adelantos médicos han contribuido a que la población en varias partes del mundo tenga una esperanza de vida superior a los 80 años.

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