Don Hilario Vázquez, es un indígena Avá guaraní de la distante comunidad de Paso Cadena, distrito de Itakyry. A sus 74 años de edad, sigue trabajando como artesano, tallando en madera infinidad de figuras de aves en su modesta vivienda de adobe y kapi¨i pytã.
Conocimos su historia gracias al proyecto “Acción Guaraní Sustentable” impulsado por la ITAIPU Binacional y la Fundación Tesãi, iniciativa que lleva atención primaria a la salud a más de 30 comunidades indígenas de la zona norte del Alto Paraná.
Con la piel curtida y las manos callosas transmite una energía ancestral, sin duda alguna hijo del rigor, (Paraguay Memby), pilar de su familia compuesta por su amada esposa Doña Migdonia, hijos y nietos que lo cuidan con amor, con una reverencia y devoción hasta sacrosanta.
Su salud empezó a deteriorarse de un tiempo a esta parte, menguando sus fuerzas y espíritu de lucha, todo indicaba por los síntomas que la próstata lo tenía a mal traer, los dolores eran cada vez más intensos, ya no podía ni caminar, necesitaba con urgencia una atención médica para saber la gravedad de su problema de salud.
RESPONSABILIDAD SOCIAL
Los responsables de Acción Guaraní Sustentable comunicaron sobre su delicado estado de salud. La respuesta fue inmediata, un vehículo con personal de salud fue a buscarlo en su comunidad para traerlo al Hospital del Área 2 en donde luego de las consultas de rigor y algunos estudios médicos, los especialistas lo ubican en la lista de pacientes que iban a ser sometidos a una nueva técnica quirúrgica llamada “Enucleación Bipolar Prostática”.
Llegó el gran día, el pasado 27 de noviembre un equipo de especialistas a cargo de un referente mundial en tratamiento de Hiperplasia prostática Dr. Daniel Moser, invitado para un curso de entrenamiento y el Dr. Nery Nuñez, coordinador del Servicio de Urología realizan el procedimiento mínimamente invasivo, utilizando tecnología de punta, con una técnica que representa menos complicaciones posoperatorias, menor costo y tiempo de internación.
“Hay resultados definitivos, con esta novedosa técnica le ofrecimos a Don Hilario la seguridad de que nunca más se va a operar”, explicó el Dr. Nery Núñez.
La cirugía fue un éxito, Don Hilario luego de unas pocas horas en sala de recuperación volvió a su hábitat, allí donde la naturaleza y el canto de las aves le brindan un remanso de paz y sosiego. El patriarca o Karai Guazú tiene otra oportunidad de vida, sentado debajo de un frondoso árbol contempla a sus nietos, orgulloso de su historia e identidad étnica.
“Nuestro Dios Tupã me permitió encontrar gente tan buena. Tengo alegría en el corazón”, dijo en un cerrado guaraní Hilario Vázquez.
ITAIPU y la Fundación Tesãi mediante el convenio social llegan a poblaciones vulnerables del área de influencia del embalse. Don Hilario es solo un ejemplo de que sin importar como ni donde, la vida humana es el bien más preciado. La tierra roja, los polvorientos caminos del mensú seguirán generando historias inspiradoras, terruños cargados de misticismo y leyendas, tierra guaraní fecunda en hijos agradecidos.
