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FUNDACIÓN TESÃI: LA IMPORTANCIA DE UN BUEN SUEÑO

Tener un buen descanso es fundamental para nuestra salud, al igual que mantener una dieta equilibrada y hacer ejercicio regularmente. Una noche de sueño reparador nos permite cumplir de mejor forma con las exigencias diarias, ayuda a controlar el estrés y mantener un estado de ánimo equilibrado.

PARA RENDIR MEJOR DEBES DORMIR BIEN. SUS PRINCIPALES BENEFICIOS SON:

-Incrementa la creatividad
-Ayuda a perder peso
-Te hace estar más sano
-Mejora la memoria
-Protege el corazón
-Mejora el humor
-Aumenta la productividad
-Reduce la depresión
Las horas de sueño son esenciales para poder cargar pilas. El sueño nos llena de energía para poder afrontar la jornada. Pero no solo se trata de dormir bien, sino de tener un sueño reparador.

EN PROMEDIO UN ADULTO NECESITA DORMIR DE 7 A 8 HORAS DIARIAS PARA OPTIMIZAR EL RENDIMIENTO LABORAL Y LA MEMORIA FUNCIONE A LA PERFECCIÓN.

SECUELAS
Las consecuencias al no dormir bien pueden ser muy variadas: estrés, ansiedad, cansancio, somnolencia y cansancio durante el día, poca capacidad para concentrarse, lentitud de respuesta, falta de reflejos, etc.

En relación a cuándo se debe dormir, si bien es cierto, que debe ser siempre a la misma hora, y que debe ser por la noche, los científicos y médicos cada vez están más de acuerdo en aconsejar una pequeña siesta para reactivar nuestro organismo y nuestro cerebro. Eso sí, la siesta (en adultos) debe estar en torno a la media hora.

ALTERACIONES
Hoy día, las personas no duermen lo que debieran, la tele, el ordenador, o los videojuegos y otros estímulos visuales son los nuevos «vampiros del sueño».
Dolores de cabeza, mareos, cansancio excesivo, etc., son los efectos secundarios de no dormir bien.

Vamos a enumerar algunas de las alteraciones más comunes que impiden tener un sueño reparador:
-Estrés
-Ansiedad
-Problemas respiratorios
-Problemas cardíacos
-Ruidos (contaminación acústica)
-Dolores musculares o esqueléticos
-Un mal colchón y/o almohada inadecuada. Se debe cambiar el colchón al menos cada diez años.
-Malos hábitos: hacer ejercicio antes de dormir, hacer cenas copiosas, tomar alcohol, tabaco o café antes de ir a la cama, etc.
-No ser regular en los horarios: de ir a dormir y de levantarse. Un mal hábito que hace que el cuerpo humano no se adapte a esas alteraciones.

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