Funcionarios, médicos, enfermeras y personal de servicios tercerizados de la Fundación TESÃI celebraron el “Día de la Virgen Rosa Mística” en el Oratorio del Hospital del Área 2, pidiendo por la salud de los enfermos, la paz, unidad y el amor de las familias.
El Comité Litúrgico integrado por las funcionarias Vicenta Cáceres, Carmen Brítez, Rommy Flores, Diana Flores, Nathalia Romberg, Milca Cantero, José Bernal y Carlos Agüero, fueron los encargados de organizar la ceremonia religiosa, contando con el apoyo de la Gerencia y varios Departamentos del Hospital.
❤️ENFERMERA CELESTIAL
El oficio religioso estuvo a cargo del padre Ever Bogado, cura de la Parroquia San Ignacio de Loyola del Área 2 de Ciudad del Este. Al término de la misa los devotos de Rosa Mística recibieron obsequios alusivos, seguido de un refrigerio con chocolate caliente acompañado de galletitas y chipa.
El frio no fue impedimento para que la feligresía devota del Hospital y familiares de enfermos estuvieran presentes para agradecer por los favores recibidos, mediante la intercesión de la Virgen Rosa Mística para superar momentos difíciles en la vida.
“Afrontamos muchos problemas en servicio, es nuestra madre que nos protege y nos cuida siempre. Pedir su bendición para cada día, y que siga rogando por nosotros sus hijos para que tengamos salud y bienestar en nuestras familias y la de los pacientes del Hospital”, manifestó Ernesto Gutiérrez, funcionario de Gastronomía de TESÃI.
❤️ “AMOR DE MADRE”
Por su parte, la Lic. Vicenta Cáceres, integrante del equipo litúrgico refirió que la Virgen Rosa Mística es una madre bondadosa y llena de amor para sus hijos. “Nos fortalece, nos anima a cimentar el amor de familia, a llevar su mensaje de fe y esperanza a nuestros parientes y vecinos que están afrontando problemas de salud”, indicó finalmente.
⛪RESEÑA
La historia cuenta que la madre de Jesús se le apareció en varias ocasiones -en Italia- a una enfermera de nombre Pierina Guilli. La primera fue en el pueblo de Montichiari en 1947 y más tarde en Fontanelli. Cuenta el hecho que el 13 de julio de 1947, la Virgen se le apareció por segunda vez a la enfermera vestida con tres rosas, blanca, roja y dorada, que adornaban su pecho. La rosa blanca simboliza la oración; la roja el sacrificio y la dorada o amarilla la penitencia.